agua
La metáfora de la vida como un cauce le ha dado aliento a esta serie. Como digno afluente, Agua ha recorrido rincones y sinuosidades de naturaleza diversa, que siempre reflexionan sobre las piedras que detiene el río, pero también sobre el afluente que se las lleva. Se trata de cuestionar cómo los fragmentos de vida que liberamos se vuelven uno y se distinguen de aquellos que decidimos retener. Se trata de contemplar los rostros etéreos que atraviesan el presente, y las voces palpables que aún nos retienen en el pasado. Cada obra de esta serie, interpreta esos flujos ambiguos y paradójicos mediante objetos y espacios cotidianos por donde transita el agua. De ellos entran y salen cosas, personas o escenarios, siempre bajo el gobierno de una vida humana que decide guardar o que prefiere dejar ir.
/ proceso - proyecto oea
**TBD
/ duchas
En medio del cauce del agua, todo fluye con insaciable persistencia. En él, todo se pierde constantemente; todo es impermanente.
/ hielo
Temporales, los objetos sólo se conservarán estáticos mientras exista una fuerza que los mantenga congelados; no obstante, cualquiera de ellos es susceptible de volver a su estado líquido para encauzarse de nuevo.
/ cuarto flotante
Nuestros momentos de intimidad son compartidos con otros. Así no estén presentes, las reflexiones que acompañan esos instantes están atravesadas por nuestras experiencias con lo ajeno, por historias que nos contaron, por sucesos que vivimos o por rostros que pasaron.
/ pisos
**TBD
/ tejidos
Esta obra es una metáfora de efímeras relaciones humanas. Los lazos emocionales, que se extienden hacia una persona y otra, que alcanzan la calidez y que en cierto punto parecen inquebrantables, caen luego en el olvido, presa de las circunstancias.